TPS: Un respiro humanitario y económico en los Estados Unidos
La administración del presidente Joe Biden ha dado un paso importante al anunciar recientemente la extensión y redesignación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para seis países: Sudán, Ucrania, El Salvador, Honduras, Nepal y Nicaragua.
El TPS es un programa que brinda alivio a los inmigrantes de naciones que enfrentan conflictos armados, desastres naturales y otras crisis humanitarias. Permite que estos individuos vivan y trabajen temporalmente en los Estados Unidos, siempre que cumplan con los requisitos establecidos por el gobierno estadounidense.
Esta extensión del TPS ha sido recibida con alivio por parte de miles de ciudadanos de estos países que se encuentran en territorio estadounidense, brindándoles un respiro en medio de las dificultades que enfrentan en sus lugares de origen. Sin embargo, mientras se celebra este avance, muchos defensores de los derechos de los inmigrantes reclaman a la Casa Blanca a considerar una expansión aún mayor de este programa.
El TPS tiene un impacto económico significativo en los Estados Unidos. Los actuales beneficiarios del TPS contribuyen de manera activa a la fuerza laboral y a la economía del país, generando miles de millones de dólares en ingresos y estimulando la creación de empleos. La autorización de trabajo que otorga el TPS no solo beneficia a los inmigrantes, sino que también tiene un efecto positivo en la economía en general, al elevar los salarios y aumentar el gasto, lo que a su vez estimula el crecimiento económico. Un reciente informe de Goldman Sachs, titulado ‘Una mirada más cercana: Inmigración y la fuerza laboral estadounidense’, señala que los inmigrantes representan actualmente aproximadamente el 17% de la fuerza laboral estadounidense, contribuyendo significativamente al crecimiento económico
Aunque la extensión del TPS es una medida valiosa, los defensores de los derechos de los inmigrantes exigen una revisión más profunda de los criterios de elegibilidad y la inclusión de nuevos países en este programa.
Esto permitiría que más personas en situaciones precarias califiquen para el TPS y trabajen legalmente en los Estados Unidos, lo que, a su vez, tendría un impacto positivo en sus vidas y en la economía del país.