Crisis en la frontera: Panamá evalúa el cierre de su frontera terrestre con Colombia ante el aumento récord de la migración por el tapón del Darién
El gobierno panameño ha anunciado la posibilidad de cerrar su frontera terrestre con Colombia en respuesta al marcado aumento de la migración irregular a través del Tapón del Darién.
Esta ruta ha presenciado un alarmante récord de 307,000 personas en lo que va del año, comparado con los 248,000 migrantes que utilizaron esta vía en 2022. Alegando falta de cooperación internacional para abordar la situación, Panamá busca tomar medidas “contundentes” para frenar el flujo migratorio.
El Ministro de Seguridad Pública de Panamá, Juan Manuel Pino, resalta la dificultad de asegurar la cooperación internacional necesaria para abordar el problema. A pesar del apoyo de algunas ONGs, la creciente movilidad humana con cerca de 2,000 a 3,000 personas diarias ha superado los recursos disponibles. Panamá considera insatisfactorios los esfuerzos de los países del sur en detener el tránsito irregular a través de esta selva peligrosa y de biodiversidad única.
La migración por el Tapón del Darién afecta tanto a las personas como al medio ambiente. El gobierno panameño ha gastado más de 60 millones de dólares para atender a los migrantes y ha observado daños ambientales significativos en los ecosistemas de los ríos utilizados por poblaciones indígenas. Ciudadanos venezolanos, ecuatorianos, haitianos y chinos son los grupos más prominentes en esta ruta, en su mayoría buscando llegar a Estados Unidos. La complejidad del fenómeno migratorio se hace evidente en los desafíos humanitarios y ambientales que enfrenta Panamá en esta situación crítica.